La Creatividad es como el Tenis

(Sunday Blooming Reading – 4 de mayo)

El desarrollo de la creatividad es simplemente imposible sin colisión.
Las ideas no solo surgen del choque entre lo que queremos y lo que no podemos; también desaparecen si no se topan con algo.

Las ideas necesitan resistencia. Necesitan contacto.
Una idea obtiene su energía al chocar con otra cosa.

Pero hoy quiero hablar de un tipo distinto de colisión: la que ocurre cuando tus ideas rebotan en otras personas.

Si estuvieras completamente solo en el mundo, aún necesitarías generar ideas. Pero es casi seguro que esas ideas creadas en soledad serían mucho más débiles que si tuvieras a alguien con quien hacerlas rebotar.

La creatividad, en esencia, es un acto colectivo.
Las ideas nunca surgen de la nada.
Siempre se construyen sobre otras, se inspiran en otras o evolucionan a partir de otras —a menudo provenientes de otras mentes—. Ahí es donde la creatividad obtiene su poder colectivo.

Claro que muchos comenzamos el proceso creativo en soledad. No necesitas un socio para empezar.
Pero en el momento en que compartes tu idea, en el momento en que la dejas chocar con otra mente —se multiplica.
Se afila.
Explota en variaciones.

Y lo que es cierto para la creatividad también lo es para la inteligencia misma.
Chocar con otras mentes —en el mejor sentido de la palabra—, rozarse con otras inteligencias, pule la nuestra.

La soledad embota el filo de la inteligencia.
Atenúa el resplandor de la creatividad.

Deja que tus ideas colisionen con las de otros.
Mándalas al otro lado de la cancha como un saque de tenis.
Mira cómo vuelven a ti más brillantes, más rápidas, distintas.

Ser creativo es jugar.
Y aunque puedes jugar solo,
el juego realmente despega
cuando otros se suman.